El Consorcio de Aguas de Asturias (Cadasa) inició esta semana, por segundo año consecutivo, la campaña de educación ambiental dirigida a escolares de 4º de la ESO de diferentes centros educativos de Asturias, cuyo objetivo es sensibilizar sobre el uso responsable del agua y promover hábitos de consumo que permitan preservar tanto este importante recurso natural como el medio ambiente para generaciones futuras.
La primera visita se desarrolló el pasado martes, por parte del Centro Escolar Patronato San José, de Gijón, y hasta mayo hay programas 26 visitas más. El itinerario previsto dentro de este programa de difusión que lleva por lema “Asturias, Agua Querida. Uso responsable del agua de Asturias”, se desarrollará por varias instalaciones de la entidad: la Casa del Agua de Rioseco, la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) de Rioseco y la Estación Regeneradora de Aguas Residuales (ERAR) de Baiña, en la cuenca del Caudal. En esta primera campaña está previsto que se desarrollen cerca de 50 visitas escolares de aquí a final de curso.
Esta iniciativa está teniendo muy buena acogida en los centros escolares. El año pasado pasaron por las instalaciones 1250 escolares. La intención de CADASA es abrirla a otros grupos estudiantiles en próximos cursos académicos, con el objetivo de que el ciclo integral del agua pueda llegar a formar parte del programa curricular en los centros asturianos.
Para Casada, educar sobre el agua es invertir en futuro y bajo esta premisa se considera que los jóvenes tienen un gran potencial para ser los mejores agentes del cambio. Para ello, es necesario dar a conocer, a lo largo de toda la trayectoria educativa y adaptándose al nivel y capacidades de cada grupo de edad, el ciclo integral del agua tanto el “natural” como el de su “uso”. En definitiva, informar a los jóvenes acerca de las infraestructuras principales que existen en la región, gestionadas por el consorcio, las cuales permiten a los asturianos disponer de agua potable de calidad para el consumo humano y, al mismo tiempo, tratar debidamente el agua residual para preservar ríos y franjas costeras. De esta forma se quiere dar visibilidad a unas redes que, en la mayoría de los casos, resultan desconocidas probablemente por no ser visibles, al encontrase en su mayor parte soterradas, así como las diferentes instalaciones para el tratamiento del agua.